El pasado lunes volví a ir al Traslado del Cristo de la Humildad, en el Santuario de la Virgen de la Victoria, momento interesante que desde hace ya unos años marca ese comienzo.
Y todo esto en esta bella ciudad que tantos recuerdos universitarios me trae y que nos recibió con mucho frio y sobre todo, con mucha agua. Entre reuniones y la lluvia, apenas pude sacar la cámara. Cansado aún y ya en casa, y contento por todo. Y a seguir soñando.
Hacía más de diez años que por una razón u otra no pasaba por Torremolinos. Ayer sábado, animado por un compañero, nos fuimos a dar una vuelta fotera, animados por el cielo que habría después de la tormenta del viernes y vaya que mereció la pena
De vuelta de otra fantástica y musical noche con los compañeros de Antequera. Despertarme con esta vista de la Plaza del Coso no tiene precio.
De vuelta de Granada donde hemos celebrado a gusto mi pareja y un servidor junto a unos buenos amigos nuestras Bodas de plata. El próximo 30 de enero hará 25 años de nuestro compromiso y aún seguimos aguantandonos. No se que haría sin ella. Le debo mucho.
