Mañana comienzan las clases. Ya de verdad. El Centro se llenara de risas, gritos, carreras, dudas, ilusiones, amores no correspondidos o quizás si. Algunos con desgana tendrán que comerse su bocadillo en clase porque en el patio no se puede. Y lavarse mucho las manos, y no bajarse la mascarilla y no cambiarse de sitio y no prestarse los bolis y...muchas normas, más que de costumbre.
Mañana comienzan las clases de un curso atípico, tan atípico como el anterior. Intentaremos darlo todo y ya veremos hasta donde llegamos. Quiero pensar que esta puerta se abra y se cierre todos los días y que lleguemos a un nuevo verano sin mascarillas y sin dudas y que de paso a un nuevo curso que se llene de risas, gritos, carreras y amores no correspondidos. O quizás si. La vida sigue.