"Demasiados: Demasiadas decisiones, demasiados pensamientos intrusivos, demasiado trabajo, obligaciones, interrupciones, ansiedades...muchos "pocos": poco tiempo de calidad para una misma, pocas horas de sueño, poca calma interior...
A veces simplemente te cansas, te quedas agotada y sin fuerzas en ese rincón solitario del desánimo donde todo pierde su razón de ser, su brillo, su espontaneidad...
Me doy permiso para reencontrarme. Puede parecer irónico, pero el agotamiento tiende a aprisionarme en las capas de las preocupaciones, las auto-exigencias, presiones, deberes y ansiedades hasta el punto de olvidarme de mi misma"
Ana Becerra
Me gustó mucho esto que escribió hace unos días Ana Becerra. Empaticé con ella. Yo quiero tomarme un tiempo de muchas cosas. Reencontrarme conmigo mismo. Aprender a ser menos exigente con los demás y asumir que no puedo tirar de todo. Perdón a los que hice daño y besos y abrazos a los que se que están ahí.
Excelente toma!
ResponderEliminarEstá claro que. a pesar de los pesares, la vida sigue estando ahí fuera.
Un fuerte abrazo José Ramón
Pues si. A veces nos da disgustos pero sigue ahí.
EliminarBueno, aun queda algo de mes, y vida y luz en las calles para hacer buenas fotos callejeras como esta
ResponderEliminarAprovechemos cada día como si fuera el último. Y lo malo lo dejamos fuera.
EliminarBuena imagen, amigo... En la calle, la vida sigue... Pero no olvidemos tener mucho cuidado..
ResponderEliminarUn abrazo
Lo tendremos. Un abrazo Ildefonso
EliminarExcelente la perspectiva y la profundidad de campo. Entiendo bien a la autora de esa reflexión, una víctima más de este tipo de vida hiperactiva que llevamos.
ResponderEliminarUn abrazo, José Ramón.
Parar es bueno para luego volver a arrancar. Un abrazo Anaximandro
EliminarEsa sensación de umbral es la que estamos empezando a tener, al fin.
ResponderEliminarEn la imagen contrasta la nobleza y solidez de ese portalón de madera y los clásicos azulejos del zaguán con la sordidez de los fluorescentes, su luz verdeazulada, un tanto enfermiza que a pesar de todo nos indica la salida. Será como salir a la calle tras una larga convalecencia. Pero pocas veces se siente tanto el latido de la vida como en esa situación.
Un abrazo
Xuan, hay que salir de esta cuanto antes y retomar una vida normal. Ya se va viendo el final
EliminarTotalmente de acuerdo contigo, Jose Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo Jordi
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